6 años,
innumerables historias.
Cuando llegas a Segundo de Bachillerato toca plantearse
qué ha pasado con aquellos chavales de 11 o 12 años que entraron en
1º de la ESO siendo niños.
Niños con miedo al instituto, con un futuro incierto,
abierto a infinitas posibilidades, niños que al fin y al cabo eran
eso, niños.
Yo estaba en ese grupo de 1997 que entraron en el
instituto en aquel Septiembre 2009, tan perdida como los demás y que
ahora, en 2015, está a un mes de acabar el instituto.
Teniendo en cuenta que yo provenía de un colegio no
demasiado numeroso, en mi nueva clase tenía mayor cantidad de nuevos
compañeros que conocidos, lo cual me llevaba a, por así decirlo,
empezar una "nueva vida".
Primer día de clase, nuevas caras,
nuevos profesores, nuevas sillas y mesas, no sabía que ese sería el
comienzo de algo grande, lleno de alegrías, tristezas, agobios,
amores y mil aventuras.
Yo no sé qué pensaría la chica con la que me senté el primer día de clase cuando en lugar de presentarme, directamente le pedí un lápiz y una hoja porque yo no llevaba nada, pero a día de hoy es una de las personas más importantes para mí, qué mejor que conocerse entre risas, ¿no?
1º de la ESO, 2º o incluso 3º me pillan tan lejos en
el tiempo que es difícil recordar, sin embargo de 3º de la ESO me
llevo ese viaje a Cantabria en el que todos debimos perder unos kilos
por culpa de aquella comida que no había quien se tragara, en el que
dejamos nuestros nombres en el armario de la habitación solo porque
había nombres de anteriores estudiantes o aquella última noche en
la que todos entre lágrimas nos encerramos en el módulo de los
chicos porque canarios y asidonenses ya no nos queríamos separar
nunca más.
En 4º es imposible dejar de lado Roma, posiblemente la
mejor excursión que se puede hacer durante todo el instituto. En esa
excursión todos se olvidan de las diferencias que se tienen en
Medina o enfados, todos éramos amigos, compañeros, lo que hiciese
falta. Realmente me gustaría recordar más de lo que lo hago este
viaje, porque en mi opinión marca un antes y un después. Cómo
anécdota de este viaje, no se puede obviar aquella noche en la
Fontana di Trevi en la que se nos hizo tarde y tuvimos que salir
corriendo con los helados para no perder el tren de vuelta al hotel.
Teniendo en cuenta que estabamos estrozadísimos de todo el día
caminando, fue duro, pero muy divertido.
Y después de 4 años en los que ya estás totalmente
asentado en el instituto, te dicen que tienes que entrar en
Bachillerato, dar un último empujón porque la Selectividad está a
la vuelta de la esquina. Se veía tan lejos la Selectividad desde
1ºde Eso... Pero no, ya estaba allí, aún la veías lejos pero
sabías que de un momento a otro llegaría y que el camino hasta ella
era bastante duro.
En 1º De Bach te das cuenta de que la cosa ya es
seria, te entran los agobios, tienes que estudiar más que antes,
tienes menos tiempo para todo, pero eso no quita que tengas que dejar
de tener vida social, ni mucho menos. Para mí, los dos mejores años
en que mejor me lo he pasado y he forjado mejor amistad con mis
amigos han sido sin duda estos dos cursos de bachillerato, y a pesar
de los agobios no los cambiaría por nada.
Aún así todavía te tomas la cosa con calma, porque
dices 'Bueno, aún es 1º, queda tiempo'. De este curso me llevo sin
duda la excursión a Granada, creo que disfrutamos todos como niños
en la nieve.
Y llegaba 2º de Bachillerato, ese curso en el que
escuchas más Selectividad que horas tiene el día. Ese curso en el
que te ríes de los que ahora están en 1º de Bach porque no tienen
ni idea de lo que es el agobio.
Ahora que este largo camino de 6 años se está
acabando, miras a tu alrededor cuando estás en clase y te das cuenta
de que se termina, ni vas a dar más clases de francés, ni historia,
ni inglés con ninguno de los compañeros con los que ahora compartes
clase y la has compartido durante tanto tiempo, con los que has
reído, enfadado por exámenes que la mitad de la clase quería en
una fecha y la otra, en otra.
Echas la vista atrás y piensas en lo que has aprendido,
piensas que estabas agobiado porque tenías que echar fotos en
Proyecto Integrado ahora en 2º o comentar películas en 4º, pero
que ojalá lo hicieses para siempre si eso supusiera que esta época
no acabase.
Este tema es un poco subjetivo en función de cómo
hayas vivido el instituto, y aunque se diga que se quiere crecer, ir
a la universidad, independizarse, hasta que no nos vayamos de casa no
nos daremos cuenta de lo realmente bien que vivíamos en el
instituto.
Quizá yo soy una persona muy nostálgica y que se para
a pensar cosas que quizás otros dejan pasar desapercibidas, pero lo
que sí tengo claro es que no cambiaría ninguno de los años que he
vivido, puesto que éstos son los que me han hecho ser la persona que
soy ahora, tener los amigos que tengo y tener los conocimientos que
ahora sé.
Así que solo me queda decir gracias a todo el que ha formado parte de estos años.
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