Bueno ya que estoy contando mi paso por mi instituto, no puedo dejar sin contar, una de las anécdotas más graciosas para mi desde que llegué al instituto. Lo pienso y me río, todo sucedió con mi primer examen del instituto. El examen era de Lengua Castellana y mi profesora era Manoli, que ya no se encuentra como profesora en nuestro instituto. Recuerdo haberme hartado de estudiar para el examen para empezar con buen pie. Hicimos el examen y a los pocos días, Manoli los había corregido. Recuerdo que Manoli, iba preguntando uno por uno cuanto creían que habían sacado y después le daba su examen. Tras repartir varios exámenes a mis compañeros, se acercó a mi y me pregunto :"¿Cuanto crees que has sacado, Pablo?, yo respondí: "Creo que un 7 o 6" y ella dijo "te has pasado"; cuando vi que había sacado un 4, me entro una pena que no pude controlarme y me puse a llorar. Al salir del instituto y me vio mi hermano llorando me dijo: "¿Qué te pasa?" y yo respondí: "nada que he suspendido lengua" y me dijo: "Anda, vas a llorar por un examen, ya aprobaras, aún te quedan muchos años suspendiendo algún que otro examen". Ahora recuerdo ese día y me imagino como un niño pequeño, llorando por un simple examen. Finalmente, aprobé los siguientes exámenes de Lengua y aprobé la asignatura.
Respecto a una anécdota de la asignatura de Proyecto Integrado, por supuesto, es una anécdota sobre el día que fuimos monitores del concurso de fotografía. Ese día, iba de monitor junto a mi compañera Mª Paz Astorga y cuando tocó formar los grupos de alumnos de los colegios con los que pasaríamos la mañana echando fotos, pude observar que me habían tocado dos alumnos que los conocía anteriormente por su mal comportamiento. Una vez todos juntos, observé que ambos se llevaban muy bien a pesar de ser de diferentes colegios. Durante el día, hicieron muchísimas trastadas, uno de ellos cada vez que veíamos un bar entraba pedía un vaso de agua, bebía un poco del vaso y lo dejaba. Pero la anécdota en sí, recuerdo estar harto de aguantar a esos dos alumnos y decidí hacer una competición con ellos, les mentí diciéndoles que quien echara la mejor foto en movimiento, su foto se pondría en uno de los pasillos del instituto con su nombre y foto abajo. Recuerdo estar en una de las cuestas que va hacia la Iglesia Mayor, y apareció un hombre con una moto. Así que dije: " Quien haga la mejor foto de la moto en movimiento, su foto será escogida para ponerla en uno de los pasillos". Recuerdo ver a 3 de los alumnos corriendo atrás de la moto cuesta arriba chillando "Más despacio, que no me ha dado tiempo de hacer la foto". Una vez la moto se fue, volvieron conmigo y pude ver sus fotos turbias sobre la moto. Les dije que estaban bien pero si querían ganar el concurso, debían realizar más fotos y ponerse serios. Gracias a esta mentira, conseguimos que los alumnos se tranquilizaran un poco y dejaran de hacer trastadas.
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